jueves, 26 de mayo de 2011

San Pedro de Atacama, Norte de Chile. 23 de Enero de 2009.

Eran las 10:00 hrs. aproximadamente, con 26° C en Calama.
Mi hermano Daniel, mi cuñada Tamara, mi sobrina Javiera, nuestro perro Max y yo, comenzábamos el viaje hacia el muy nombrado San Pedro de Atacama.
Saliendo de Calama, derecho por la carretera en dirección al Sur-Este, nos encontramos con un largo camino hacia nuestro destino. Junto a la infaltable banda de rock, LA LEY, en nuestros viajes, podíamos apreciar el llamativo y hermoso paisaje, que en momentos muy inesperados cambiaba radicalmente de Desierto a Vegetación.    
Después de una hora aproximadamente, hicimos la primera parada, en un lugar muy interesante: “El Cementerio de Mascotas”. Esto fue muy emotivo. Podíamos ver las lápidas hechas a mano, con los nombres de las mascotas que fallecieron; Casas de perros, juguetes y al fondo una gran Cruz Blanca. Les recomiendo realizar una parada en ese lugar. Verán que vale la pena.



Siguiendo nuestro camino, llegamos al pequeño pueblo de Chiu-Chiu, y sin duda debíamos visitar la Iglesia de San Francisco, ya que es la más antigua de Chile, construida en 1611 y está construida de una manera muy particular. La Iglesia es de adobe, el piso es de piedra, el techo de madera de cactus y en el patio trasero, se encuentran las tumbas de los de los sacerdotes a cargo de la Iglesia. Lugar histórico que no podíamos dejar de visitar. 




Caminamos un poco por el pequeño pueblito y retomamos el camino para buscar algún lugar para alojar.
Eran las 19:15 hrs., las horas pasan volando, y estábamos en la cabaña preparándonos para el siguiente día y comenzar a conocer partes de San Pedro de Atacama.

DIA 1
Comenzamos nuestro día con un lugar situado ahí desde muchos años atrás:
LA ALDEA DE TULOR (800 A.C. – 500 D.C), lugar que perteneció a los atacameños, y abandonado por los mismos, ya que es un lugar que presenta mucha sequedad y escasa vegetación. Se presume que cambios climáticos repentinos produjo que esta aldea quedara bajo tierra. La Aldea de Tulor está protegida por la CONAF, lo cual se encontrarán con una oficina al comienzo de la ruta. Un lugar hermoso, el cual cuenta con un largo y angosto sendero, miradores y réplicas de chozas de atacameños.  






Seguimos nuestro camino por San Pedro.
Mientras algunas personas disfrutaban de una tarde en la playa, nosotros decidimos pasarla en LAGUNA CEJAR, una playa común y corriente a simple vista, pero con una característica muy particular: es una Laguna de Sal, y la arena no es arena, es Sal.
Nos dimos un merecido chapuzón, y debido a la enorme cantidad de sal, era casi imposible mantenernos bajo el agua. De esta manera la fuerza de empuje y la densidad del agua, nos hacia flotar inmediatamente.


Luego de un par de horas, retomamos nuestro camino y nos dirigimos hacia LOS OJOS DE SAL, un par lagunas situadas en el medio del desierto, con forma de ojos, y LA LAGUNA INCA - COYA, laguna la cual "SE DICE" que no tiene fondo. Dice la historia que, hace unos años atrás una autóctona de la zona cayó a la laguna y su cuerpo nunca fue hallado ni tampoco flotó a la superficie. De ahí se llega a la teoría que la laguna no tiene fondo.   
No es un lugar tan maravilloso, pero vale la pena detenerse para conocerlo.






Luego de pasear por las orillas de las lagunas, nos fuimos al vehículo para volver a la cabaña.
Ya en la cabaña y con la noche encima, comimos, preparamos las cosas para el día siguiente y a dormir. Falta mucho por conocer aun.
DIA 2
Al día siguiente nos levantamos a las 04:00 hrs., era muy temprano y hacia mucho frio. Nos dirigíamos hacia LOS GEYSERS DEL TATIO, un camino muy largo, pero valía la pena recorrerlo.    
Los Geysers del Tatio están ubicados a 90 kms. al norte de San Pedro de Atacama, aproximadamente a 4.320 m.s.n.m (Metros sobre el nivel del Mar). 
Las imponentes fumarolas emergen a la superficie a través de las fisuras de la corteza terrestre, alcanzando una temperatura de 85° C y unos 10 metros de altura. Este impresionante espectáculo se puede apreciar a primeras horas de la mañana, entre las 06:00 y las 07:00, ya que a esa hora las temperaturas ambientales están bajo cero.
Este lugar, es uno de los más llamativos dentro de San Pedro de Atacama, no solo por los Geysers, sino que también por la variedad de Flora y Fauna a nuestro alrededor. Recuerdo haber fotografiado una vizcacha y unos guanacos en el camino.
También recuerdo que mi hermano dijo: “Esto, para mí, es un sueño hecho realidad”.  
Una de las cosas más cómicas, fueron los gringos que estaban cociendo huevos en los Geysers, fue una idea muy buena, pero muy gracioso.






Ya de vuelta, nos fuimos hacia las TERMAS DE PURITAMA, unas exquisitas lagunas de aguas termales naturales. Esta agua cae desde los Geysers y por lo tanto, caen tibias.
Retomando el camino, nos dirigimos hacia EL VALLE DE LA MUERTE, unas enormes dunas, especiales para hacer un poco de SANDBOARD.
Este lugar es espectacular. Las cortezas de las rocas, sus formas, son algo muy llamativo.



Ya comenzaba a anochecer y las temperaturas a bajar, asique nos devolvimos a nuestra cabaña para prepararnos para nuestro tercer y último día de excursión.

DIA 3
Este día lo aprovechamos para conocer uno de los lugares más nombrados dentro de San Pedro de Atacama: EL VALLE DE LA LUNA.
Esta parte de San Pedro, es muy difícil de describir, ya que tiene una belleza incomparable.
Antes de todo debíamos registrarnos en el libro de visitas de la oficina principal, y enseguida comenzamos la ruta.
Nuestro primer destino dentro de El Valle de la Luna, fueron “Las Tres Marías”, un lugar especial para sacar un par de fotos. Al caminar podíamos notar las piedras de sal incrustadas en el suelo.




Luego de caminatas por lugares muy espectaculares, llegamos a unas cuevas que se podían visitar solo con linterna, ya que están con libre acceso, pero son totalmente oscuras.
Esta parte del recorrido es muy entretenido, es una experiencia adrenalínica y a la vez muy interesante, ya que es una actividad que no se realiza muy a menudo. Una expedición de completa aventura. Recuerdo que hubo una parte, dentro de las cuevas, en la cual tenía que pasar acostado hacia el otro lado, me detuve y apague mi linterna. Había un silencio muy peculiar y de un momento a otro, las rocas crujían. Creo que ese sonido es por la sal y los cambios de temperatura que se generan dentro de la cueva.


Para finalizar nuestro recorrido, nos fuimos por un camino que estaba lleno de sal por ambos costados, para luego subir al mirador y ver el atardecer.
Nuestro viaje por San Pedro de Atacama finalizaba. Tomamos nuestras cosas y decidimos volver hacia Calama.
San Pedro de Atacama, es uno de los destinos que siempre quise visitar, y es tan hermoso que volvería con mucho gusto, y tal como lo dijo mi hermano: "Es un sueño hecho realidad".



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