Senderismo en La Quebrada del Diablo, Ruta San Pedro de Atacama y sus alrededores. 24 de Julio de 2011. Día 1.

Eran las 11.30 hrs., cuando mi hermano Daniel, nuestro perro Max y yo, comenzábamos nuestra ruta de 4 días en los Alrededores de San Pedro de Atacama. Nuestros destinos eran los siguientes:

La Garganta de Diablo, Valle de Jere, Socaire, Volcán la Poruña, Lasana y el Puente de Diablo.

Teníamos un día despejado y la temperatura rodeaba entre los 20° y 24° C.

Íbamos camino a San Pedro, cuando decidimos desviarnos e ir a conocer el famoso "Hoyo del meteorito". La gente de Calama y San Pedro, dice que hace años atrás cayó un meteorito, formando un profundo cráter. Algunos dicen que es solo una historia para darle explicación a tal fenómeno y ocupan la historia para la atracción turística.

Mi hermano y yo aprovechamos que teníamos nuestro equipo de escalada y pensamos que sería buena idea intentar rapelar (descenso en cuerda) por ahí, ya que era un cráter de 40 metros aproximadamente.

Ya nos faltaba poco para llegar, cuando derrepente sentimos un ruido, como si una rueda se hubiese reventado y nos detuvimos. Al bajarnos de la camioneta, efectivamente, se había reventado la rueda del carro donde llevábamos la moto de cuatro ruedas. No teníamos el repuesto en buenas condiciones, asi que seguimos nuestro camino lentamente para evitar algún accidente.

Seguimos nuestro camino y llegamos muy rápido al hoyo del meteorito.

Bajamos las cosas e inmediatamente armamos el anclaje para comenzar el descenso.

Yo fui el primero en bajar, y lo hice por el frente del cráter. Comencé lentamente ya que era un lugar en la que la gente no baja y no sabíamos que tan seguro era.

Ya en la mitad del descenso, tuve que detenerme, ya que las murallas se juntaban en forma de V y era casi imposible pasar por ahí. Intenté subir con un aparato llamado Ascendedor y con unos nudos que aprendí en el curso de Escalada Deportiva en la ENAM (Escuela Nacional de Montaña). El terreno y las murallas eran casi pura tierra suelta y seca, y a medida que intentaba subir me resbalaba. Mi hermano comenzó a tirar de la cuerda para poder sacarme de ahí.

Una vez arriba, era el turno de mi hermano. El bajó por un costado del cráter, que era un camino mas largo, pero al parecer era menos complicado.

El logró llegar hasta el final. 

Pudo explorar un poco el cráter y comentaba de que, en el fondo, no había nada más que cuevas, pájaros y murciélagos muertos, y basura.

Mientras yo lo esperaba arriba, me dediqué a sacar algunas fotos al paisaje.

Una vez que mi hermano salió, llegamos a la conclusión de que, obviamente, el cráter no podía ser producto de un meteorito caído, ya que la forma de las murallas no están direccionadas hacía abajo. Esto quiere decir que la formación del cráter solo fue producto de algún fenómeno natural.

Satisfechos de la hazaña, ordenamos el equipo y nos fuimos a la camioneta para ir almorzar a San Pedro de Atacama y luego visitar La Garganta del Diablo.

La Garganta del Diablo está ubicada en la Aldea de Quitor o también conocido como Pucará de Quitor, ubicada 2 km. al noreste de San Pedro de Atacama.

"La Garganta del Diablo es una gran grieta de suelos erosionados, donde el agua y el viento han formado crestas afiladas" 

Así lo describe Claudio Lucero en una entrevista, realizada para la revista Domingo de el diario El Mercurio.

A mi parecer, es un lugar que definitivamente debe estar dentro del itinerario para aquel que visite San Pedro de Atacama, y sobre todo para una persona que ame la aventura. Es el lugar indicado para realizar Senderismo o Mountainbike.

Para llegar a la entrada debíamos pasar por unos pequeños riachuelos. Pero en la camioneta no había ningún problema.

La entrada se podía identificar con un solitario árbol que se encuentra a la vuelta del comienzo de la ruta.

Eran alrededor de las 17.30 hrs., lo más seguro era que nos devolveríamos de noche, así que mi hermano estacionó la camioneta, bajamos el equipo, agua y las linternas para el regreso.

"Este es un lugar realmente hermoso" - Me dije a mí mismo. La primera expresión que tuve, al mirar solo la entrada, fue de emoción y de ansiedad de comenzar a caminar por los senderos.

Al caminar por los senderos, se pueden apreciar mucho cerros pequeños, algunos de sal, otros de arena y otros de rocas. Es un camino realmente cómodo y simple como para pasear en familia, aventurar un poco o realizar rutas en mountainbike.

Desde la entrada hasta el final son aproximadamente 12 km.

En mi vida he visitado muchos lugares, y éste es uno de esos que es difícil de describir. Hay que estar ahí para sentir esa sensación. Por esta razón, me dediqué a tomar varias fotografías del lugar, para exponerlo mediante éste blog y así demostrar que la belleza de nuestro país es de nunca acabar.

Ya llevábamos aproximadamente 45 minutos de caminata. Nos tomamos algunas fotos junto a mi hermano para el recuerdo de nuestra aventura.

Alrededor de 20 minutos más el sendero comenzaba a ascender, y no podíamos irnos sin terminar nuestra ruta. La luz del día comenzaba a bajar, pero aun así seguimos.

Comenzamos a subir para llegar a la cima, el camino no es difícil para una persona que se dedica a esto o tenga buen estado físico, para aquella persona sedentaria será un poco más complicado.

Desde la mitad del sendero que nos lleva a la cima, se puede ver completamente el lugar, y realmente pareciera que uno estuviera en Utah, Estados Unidos, a diferencia que este lugar es propio de nuestro país y eso lo hace triplemente más genial.

Después de 15 o 20 minutos de ascenso llegamos a la cima y la noche ya había caído.

Aprovechamos de descansar, hidratarnos y sacarnos algunas fotos.

Apreciamos el paisaje nocturno y comenzamos a descender.

Para llegar a la camioneta, debíamos volver por el mismo camino de inicio pero esta vez era un poco más complicado ya que no se veía mucho.

En un momento, decidimos parar para "escuchar" el silencio, y apagamos las linternas y nos quedamos ahí.

El cielo y las estrellas se veían espectacular.

Llegando a la camioneta, subimos a nuestro perro Max y comenzamos el camino devuelta a la cabaña.

Debíamos descansar para nuestro segundo día de aventura, que según nuestro itinerario sería: Senderismo en Valle de Jere y Escalada en Socaire.

Fue un día muy productivo, de aventura y cultura.

Esto me hizo reflexionar en la noche que, hay tanta gente que desea viajar al extranjero y conocer historias y culturas de otros países, sin siquiera conocer la propia. Nuestro país tiene mucho para ofrecer y mucha gente no lo aprovecha. 

Esa es mi humilde opinión.

Descansamos después de un día agotador y nos reponíamos para nuestro segundo día de aventura.